domingo, 12 de octubre de 2008

Villa Olímpica 11 0ctubre



La salida fue planeada para las 8:30 de la mañana y hubo papás que llegaron desde las 7:30. Los monitores nos pusimos de acuerdo para que alguien llegara mucho más temprano de lo normal, y fue Mario quien llegó.

Los padres de familia se empezaron a impacientar dado que el camión y una vez más la falta de organización y de responsabilidad que se tiene por parte de las personas encargadas del transporte en la delegación Tlalpan mandaron de ultima hora y a la carrera.



El camión llegó por fin casi a las 10 de la mañana y lo papás exigieron que se les repusiera el tiempo que habían perdido y el chofer que no tenía nada que ver en esto accedió de muy buen modo y muy amablemente dijo - está bien, estaremos de regreso a las 4:00pm- fue así como procedimos a subir a los niños y el chofer de nombre Pedro quedó muy bien ante la gente.
El camino fue muy divertido, cantos, globos, porras y la emoción de los niños se desbordaba en cualquier momento traduciéndose en risas, gritos, empujones brincos y demás, estaban muy felices.

A la llegada nos atendió José Luis Torres, quién junto a otros instructores organizó algunas actividades con los niños y los papás de estos ya que no había sido avisado de nuestra asistencia al lugar y tenían que hacer un poco de tiempo en lo que se desocupaba la alberca.


Nos atendió excelente, y nos organizaron una escalada para los niños en una exhibicion y conjunto de stands que se habían colocado ese día.


En lo que los niños esperaban se subieron a un ring que estaba montado cerca de la playa artificial, donde jugaron luchas, les regalaron globos, pero eso sí, muy impacientes por quererse meter al agua.



Llegó la hora de escalar. Algunos lo hicieron muy rápido y entusiasmados, otros con temor pero sin desistir del objetivo.


Después de la escalada, dirigimos a los niños a los vestidores porque ahora sí venia la sambullida en la alberca, la tarea fue un tanto complicada ya que el rango de la población que estamos manejando oscila entre los 4 y 16 años, teniendo entre estos niños con capacidades diferentes, tanto físicas como mentales pero todo salió bien.
-Al agua patos- Grito un niño una vez que supo que nos dirigíamos a la zona de albercas.Los niños que sabían nadar se fueron junto con los instructores a la alberca de 25 m y los demás en el chapoteadero, Edith y yo (Iván), estuvimos adentro con los niños que no sabían nadar mientras que Mario supervisaba desde fuera.

El regreso fue a las 4:00pm para lo cual los padres ya nos estaban esperando en la subdelegación de santo Tomás Ajusco.

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